El 17 de octubre de 2012 unos pasos se acercaban hacia mí, alguien venía a recogerme... me iban a sacar a la luz! Alguien quería utilizarme, por fin!
La caja en la que estaba empaquetada fue metida en un furgón, y me pasé un día entero de aquí para allá... Alguien mencionó tuenti, me llevaban a una oficina...
Al día siguiente, efectivamente, me subieron a las oficinas de tuenti en Madrid. Y una chica muy salada llamada Sarai aparcó mi caja con cuidado e hizo una llamada...
Entonces apareció Miguel, él era la persona que iba a ser mi compañero de fatigas. Abrió la caja como si me estuviese asfixiando dentro, y montó mis piezas hasta llegar a ser la bici que durante dos años y medio le acompañaba a todas partes...
Al principio, sólo era un medio para ir a tuenti a trabajar, y lo veía como normal, dado que en tuenti las normas de apariencia eran muy relativas...
Hubo cambios en su vida laboral, pero ésto no nos alejó, sino todo lo contrario... Nos unió más! A mediodía nos íbamos a dar una vuelta por las Matas, a recorrer la zona atravesando los puentes de la A6, e incluso quiso que yo saliera como imagen de la empresa para la que trabajaba en ese momento...
El destino ha querido que nos separásemos, y que un malnacido me llevase consigo mientras Miguel estaba en el gimnasio, pasaré a manos de cualquier engañado que piense que ha encontrado una ganga, pero yo tuve un dueño leal al que siempre fui fiel y ya nada volverá a ser igual, ojalá algún día volvamos a encontrarnos, Miguel... Hasta siempre...
Los dos